Hay que ser justos. Siempre nos estamos fijando en el comportamiento de los inquilinos, cuando el de algunos caseros/arrendadores deja bastante que desear. Y la verdad es que ese es uno de los mayores errores que puede cometer un arrendador: Envenenar la relación entre ambas partes supone entrar en una rutina que a la larga puede hacer perder tiempo y dinero, además de muchas preocupaciones gratuitas.
Por eso, he creido oportuno establecer una serie de puntos o recomendaciones, que deben tener en cuenta los arrendadores. Pero vamos, que cada uno haga lo que quiera:
1.- Si lo que queremos es que el inquilino cuide el inmueble, el arrendador debe predicar con el ejemplo: Si existe cualquier tipo de avería de un elemento de la vivienda, hay que arreglarla cuanto antes. La sensación de dejadez en un alquiler, parece dar carta blanca al inquilino, que puede llegar a pensar “Total, al casero no le importa mucho” al ver que después de notificar la necesidad de un arreglo, éste no hace nada o intenta echarle el muerto a otro.
2.- Es necesario hacer un seguimiento del pago mes a mes: Pueden ocurrir multitud de cuestiones que perjudican la relación entre las partes: retrasos de un mes que al final se hacen costumbre, impagos de meses sueltos, impagos continuados que al final son irresolubles… En la oficina tenemos un límite que rara vez hemos superado, y es el de los tres meses. Si una persona deja impagados más de tres recibos de alquiler, posiblemente no sea capaz de remontar de dicha situación, por lo que una vez que llegamos al segundo recibo hay que empezar a moverse (buscar una salida pactando con el inquilino, comenzar el procedimiento de desahucio…).
3.- Buscar complicidad con vecinos y/o Administrador: Normalmente, el arrendador no es a su vez vecino, lo que supone que muchas de las cuestiones diarias, no llegan a oidos del mismo. Por eso, siempre es recomendable (si es eso posible) buscar cierta complicidad en las personas que tratarán más directamente a los inquilinos (vecinos o similar). Hay que asegurarse de que tienen nuestros datos, por si fuera necesario que nos llamaran para alguna urgencia.
4.- Si has tenido suerte con el inquilino, cuidalo: No siempre se acierta con el inquilino, por eso, cuando uno da con alguien que merece la pena, es recomendable tratarlo bien y darle ciertas prerrogativas que no se le darían a otra persona. Si uno mantiene bien la vivienda durante la duración del contrato, negocia ciertas mejoras o incluso pacta una rebaja del alquiler (o no lo actualiza si el IPC es positivo).
En resumen, estos cuatro puntos serían los más importantes a la hora de cuidar un contrato de alquiler. Si alguien tiene más, tiene los comentarios para ello.
Tienes mucha razón, los inquilinos que no pagan son una peste, pero hay muchos arrendadores que también tienen lo suyo. Yo tengo un tío que tiene a sus inquilinos casi en estado de esclavitud, y tampoco es eso…
En ocasiones nos pensamos que un contrato de arrendamiento tan solo otorga derechos al arrendador (cobrar la renta), cuando también tiene que hacerse cargo de obligaciones.